El Banco de Córdoba en el contexto Nacional Imprimir
Hoy Dia Córdoba
Escrito por Salvador Treber   
Martes 13 de Agosto de 2013 00:00

De acuerdo a la información proporcionada por el Banco Central, la institución oficial de nuestra Provincia está ubicada en el rango Nº 14 entre las 78 entidades que componen el sistema; medido en función del volumen de los depósitos provenientes del sector privado no financiero para fines de año pasado.

Pese a que en ese lugar aparece como bastante expectable, de acuerdo a dicho parámetro en realidad el saldo total de $ 7.925.3 millones que le adjudican no alcanza para representar más que un modestísimo 1.8% respecto del general de $ 430.354.3 millones; pese a que crecieron un 29.7% en el transcurrido del año 2012. Esta exigua relación revela en toda su magnitud el acentuado nivel de concentración y las preferencias del mercado pues sólo los cinco primeros  captaron el equivalente al 50.6 % del total.

Si se opta por considerar otros indicadores significativos, el  resultado a que se arriba no es mejor. Según el monto de saldos por depósitos de todo tipo, le permite pasar al rango Nº 13 con $ 10.278.9 millones consignados en ese carácter e implican un menor coeficiente (1.6%) del correspondiente a todo el sistema; aún luego de haber subido durante ese año un 33.7%. Considerando el total del Activo, su participación relativa desciende al 1.5%, aunque tuvo un aumento anual del 24.9% y, como consecuencia de esa circunstancia, el saldo neto del Total de Préstamos llega apenas a $ 6.698.3 millones (1.6% del sistema) que no alcanzan para respaldar un avance adecuado de la economía local.

La composición de su cartera afecta en un 59.0% a atender los requerimientos del Consumo y la Vivienda; postergando la producción a un insignificante 6.4%; lo cual dá pleno testimonio de que ha dejado de desempeñar el rol promotor que supo tener en otros tiempos. Ello es inexplicable si se tiene en cuenta que para el conjunto de bancos el destino señalado en primer término cubre el 36.7% de la operatoria; mientras que en el caso del Banco de la Nación Argentina la misma se reduce a apenas el 14.0%. Los datos consignados sirven para establecer, sin atenuantes, la medida en que se ha renunciado a cumplir la función impulsora de la producción, en especial la industrial, que fuera su primordial objetivo otrora.

En efecto, hasta la década  de los años Ochenta (Siglo XX) respaldó activamente al sector privado para alcanzar la notable alza que tuvieron las especialidades empresarias afectadas a la elaboración de bienes intermedios y de capital. Desde 1990 en adelante es cada vez más evidente que, al par que se resentía su capacidad para captar recursos,  optaron por circunscribirse a financiar actividades que suelen ser calificadas de “complementarias”. Y esto puede ser explicable en la banca privada que procura el alcanzar los mejores resultados económicos pero se vuelve decepcionante cuando lo hacen bancos estaduales como el Provincia de Córdoba.

Esta constatación agrava su trascendencia negativa debido a que los índices de desocupación abierta durante el primer trimestre de 2013, relevados por el INDEC, son encabezados por el Gran Córdoba con un alarmante 10.8%; índice incluso superior ( 9.4%) al igual lapso de 2012. A ello debe agregarse que el denominado “empleo en negro” en Córdoba abarca el 42.1% del número total desocupados; mientras en la vecina y casi gemela provincia de Santa Fé esa transgresora e ilegal modalidad llega al 36.3%. Semejante situación requiere no sólo una acción de contralor y vigilancia sino acciones concretas de promoción; en las cuales el respaldo bancario se hace indispensable. Lo grave en nuestro caso es, nada menos que el banco oficial ha renegado de su rico pero aparentemente archivado historial.

Su evolución en los primeros meses de 2013.

Al cierre de diciembre próximo pasado, el Patrimonio Neto  ascendía a $ 783.3 millones; lo cual lo relega al puesto Nº 20 y equivale a un 0.8% del total general. Esta muy escasa proporción se verifica a pesar que creció un 40.0% durante ese año y hace notorio una de las principales causas de su debilidad. Por contraste, el número de empleados que integran su personal es de 2.782; que equivalen al 2.7% de los 104.375 totales que laboran en el área. En consecuencias, el costo administrativo de este rubro es bastante más elevado que en entidades de similar magnitud.

Esto se verifica fehacientemente cuando se relaciona con el volumen que asumieron las principales actividades y las expresiones patrimoniales más significativas. Surge así que f rente a instituciones de parecida dimensión adolece de una falta relativa de eficiencia bien marcada .Respecto del patrimonio, el sistema registra una relación por persona ocupada de $ 870.151.5; mientras en el Banco de Córdoba la misma se reduce a apenas $ 274.371..En cuanto a Depósitos del Sector Privado, la media de las 81 entidades arroja un promedio de $ 4.123.2 miles  que en la institución local desciende a $ 2.848.8 miles.; lo cual se  reitera en mayor medida aún en el caso del rubro préstamos pues los mismos,  en ese orden, son de $ 3.675.9 y $ 1996.0 miles.

En cuanto a la red de sucursales con que opera el sistema, éstas ascienden a 4.280 sucursales; de las cuales 171 corresponden al Banco de Córdoba; representado el 4.0% del total. El promedio general de depósitos para cada una de ellas es de $ 100.6 millones y de 89.6 millones respecto al rubro préstamos; indicadores éstos que bajan para nuestra institución a muy exiguos 46.3 y 39.7 millones, respectivamente. Las falencias de gestión quedan patentizadas también cuando se coteja el  nivel que asume la “cartera irregular” ya que la misma llega al 3.6% de ella mientras en el Banco de la Nación es de apenas 0.4% y en el de la Provincia de Buenos Aires del 1.9%.

La conclusión no puede ser otra que admitir, en su versión actual, al Banco de Córdoba como totalmente ineficiente; pues no cumple la función estratégica que prioritariamente debiera tener a su cargo ya que, en vez de jugar un rol promotor se ha convertido en un virtual “furgón de cola” para la sufrida economía cordobesa. Es de esperar que las autoridades lo comprendan, dejen de mirar para otro lado y no vacilen en dotarlo cuanto antes, no sólo del capital indispensable, sino también de un equipo de conductores con probada experiencia en el área que, además, estén plenamente consustanciados de cuales deben ser sus metas prioritarias y modalidades de acción.

Salvador Treber - Profesor de Postgrado-F.C.E.-U.NCBA

HOY DIA CORDOBA – AGOSTO/2013