Población Mundial: Una rectificación que ratifica lo esencial Imprimir
La voz del interior
Escrito por Salvador Treber   
Viernes 30 de Agosto de 2013 00:00

En abril de 2011, poco antes de realizarse la habitual Asamblea General del primer semestre, el Fondo Monetario Internacional, a través de su Departamento especializado de Pronósticos Económicos, dio a conocer un estudio relativo a la evolución que se supone tendrá la población en el planeta. La elaboración llegó entonces a la conclusión que la misma crecería a un ritmo menos acelerado hasta el año 2065; para después “amesetarse” durante algunas décadas y finalmente comenzará a verificarse un progresivo descenso,

Este proceso, se prevé caracterizado por una notoria baja en la tasa anual de natalidad y una correlativa extensión de la vida humana, como consecuencia de los progresos en materia sanitaria que vienen concretándose y que avizoran seguirán dando nuevos frutos. Obviamente este pronóstico para el largo plazo dependerá de que se mantengan las condiciones generales actualmente vigentes; es decir, que no se introduzcan medidas correctivas capaces de modificar sustancialmente esa tendencia que denomina como “natural”.

Se advirtió, además, que si bien en el conjunto de las 33 economías que integran  en el concierto mundial el máximo escalón de desarrollo, el índice de nacimientos asciende apenas al 12 por mil y el referido a defunciones al 8 por mil, exhibiendo todavía un cierto margen positivo (4 por mil). En el caso de la “eurozona” esa diferencia se estrecha notablemente pues, respectivamente bajan a tasas bastante precarias (10 y 9 por mil). No sólo eso, en muchos países de indiscutible importancia como Alemania y Japón, ese proceso de retrogradación ya se viene verificando y habrá de acentuarse en las próximas décadas.

Un caso muy singular es el de China, donde durante las ultimas tres décadas desde el Gobierno se impuso el régimen de “hijo único”, penando a quién lo transgreda e intimidando a la mayor parte de las parejas. Esta circunstancia se ha combinado con el logro de una tasa en continuo descenso, que hoy es del 5 por mil. Tal escenario ha sido un eje vital de la sociedad china y obedeció a la clara intención de reducir el tiempo indispensable para eliminar las carencias vitales no sólo en las áreas con mas crecimiento sino en todas las zonas, aún las más distantes, de un país que se extiende sobre 9.345 millones de km2.

El precitado estudio del F.M.I. había considerado que si se mantiene esa limitación, a fines de este siglo su población que para 2015 se calcula en 1.377.7 millones, podría reducirse a menos de 1.000 millones. Ha trascendido, sin que medie ningún informe de sus autoridades, que durante las deliberaciones del reciente 18º Congreso del partido gobernante se habría resuelto flexibilizar esa norma para evitar tal caída; pero esa decisión no se ha comunicado en forma oficial. Además, dudan que puedan flexibilizarla pues se ha convertido en hábito muy arraigado de vida. Es de suponer que para influir en que cada familia modifique esa característica y decida pasar a tener dos hijos, habrá que incentivarlas activamente por parte de los funcionarios de alto rango y que no será nada fácil la receptividad de semejante cambio.

La reciente revisión del estudio antes mencionado

Los demógrafos de la Organización de las Naciones Unidas acaban de hacer conocer las posturas tras un profundo examen sobre las diversas facetas del emanado en el F.M.I y han denominado al nuevo como “Perspectivas de la población mundial: revisión de 2012”. Esta elaboración aparece dos años después de la básica y en ella se modifican algunos aspectos importantes de las precedentes. En primer lugar, advierten que el plazo de ascenso del número de habitantes del orbe para encontrar el punto en que se estabilizaría, no será el antes citado como tal (2065) sino que continuará a ritmo cada vez mas lento hasta fines del actual siglo XXI La segunda “novedad” es que, en vez de 10.200 millones, la población “tope” llegará a 11.000 millones.

Bajo estas nuevas hipótesis es lógico que hayan arribado a conclusiones que no coinciden con las publicitadas en el año 2011. Ahora consideran como adecuado evaluar tres situaciones variadas y alternativas sustentadas en otras tantas posibles tasas de fecundidad o sobre distintas cifras que podrían asumir los flujos de migraciones (en especial, provenientes de Africa). En función de ellas se admite que el resultado final podría ser muy diverso; es decir descender para el año 2100 a sólo 6.800 millones; alcanzar a los 11.000 millones ya antes referidos (lo más probable) o a una opción menos viable de escalar hasta 16.000 millones.

El Director del referido organismo de la ONU subrayó que “Antes de 2010, las proyecciones se hacían cada 25 a 30 años. La actual idea de llevarlas mucho más lejos obedece a la insistente demanda de los institutos de investigación que han extendido sus miras.”  Los cambios metodológicos y de nuevos datos introducidos al cabo de sólo dos años se vinculan, generalmente, a que no están descendiendo las tasas anuales de nacimientos en áreas como la de Africa Subsahariana; donde las mejoras sanitarias están haciendo bajar significativamente los de mortalidad. Para ese gran espacio que se extiende a través de 24.242 miles de km2 (18.1% del planeta) el Banco Mundial estimó que los respectivos coeficientes anuales se elevan a 38 y 14 por mil; siendo ambos, por mucho, los mas altos del planeta pese a que para  2015 calculan tendrán  969.0 millones de habitantes.

El nuevo trabajo se concentra en analizar este área pues en varios países que la componen (Etiopía, Uganda, Níger, República del Congo y muy especialmente Nigeria) el promedio es, como mínimo, de cinco hijos por mujer. Además, auguran a éste último país citado, para el año 2050 superará la población de Estados Unidos y hasta sostienen que en 2100 será el segundo mas poblado.

Como contrafigura se estima que Europa tendrá una baja no menor del 14.0% y en nuestro país de casi 3 millones. Concluyen advirtiendo que prevalecerán, expandiendo su población, los países actualmente de menores ingresos; mientras se reducirá drásticamente en los más ricos y dotados. Es evidente que, bajo este esquema, será un mundo muy distinto al actual...

 

Escrito por Salvador Treber - Profesor de Postgrado-FCE UNC

Viernes 30 de agosto de 2013. La Voz del Interior.