¿Yerro técnico o maniobra desestabilizadora? |
Hoy Dia Córdoba |
Escrito por Salvador Treber |
Viernes 28 de Marzo de 2014 00:00 |
Ciertos organismos y sus autotitulados analistas han arreciado en los últimos tiempos su acción destinada a difundir temas desvirtuados que no obedecen a la más estricta realidad y que contribuyen a incrementar la inquietud que reina en la sociedad argentina
Esta conclusión surge de la evidente distorsión relativa a conceptos bastantes elementales que cuesta suponer no sean conocidos en su correcta acepción y composición. Ello suma factores no reales a los que la aceleración del proceso devaluatorio inyectó, especialmente a partir de los días 22 y 23 de diciembre pasado. Los pseudo-técnicos. Si bien se sabe que esa operatoria diaria es mínima (alrededor del 2% del total) la amplia difusión de su cotización en los principales medios de comunicación masiva es cada vez mas profusa y, extrañamente, el Gobierno no se ocupa de sancionar. ¿El elogio o detallar con énfasis hechos delictivos no abarcan acaso a la maniobra cambiaria que está vaciando de reservas al país? En ese ambiente en que pareciera “todo se puede”, algunos dictámenes de pseudo-especialistas, en vez de promover soluciones válidas para el país avalan, directa o indirectamente, para que todos los que puedan viajen y gasten -mejor dicho, derrochen- en el exterior e incluso trasladen con tales destinos recursos excedentarios. Una de sus últimas creaciones tiende a crear la idea que en Argentina se exige el pago de “más impuestos que en Estados Unidos, Brasil y el Reino Unido”; lo cual no se ajusta a la verdad técnico-financiera. En el caso del que encabeza la lista y, además, primera potencia mundial se ha tomado como referencia sólo la carga tributaria federal (25,1%) y se omite de sumar la establecida por cada Estado (son 50) que asciende, también en promedio, a un 14,2% pues tienen por vía constitucional amplias facultades en tal sentido. Los dos fiscos locales optan, en general, por implementar los que recaen sobre el consumo y los demás, incluso el sobre la renta neta, revistan una importancia secundaria. Quizá esa preferencia se funda en que les resulta menos compleja su administración pero son muy numerosos los casos de la ciudad de Nueva Orleáns, donde la carga tributaria está compuesta de gravámenes sobre el consumo mientras una cierta proporción responde a los que gravan la renta neta y las diversas expresiones de la propiedad o uso de los inmuebles tanto urbanos como rurales. En nuestro caso lo hacen aparecer con una supuesta “presión tributaria” del 36,4% que no es tal. Debe además advertirse que en el país del norte el principal recurso tributario en el ámbito nacional es la imposición a la renta neta. Pareciera, en consecuencia, que los antes mencionados “especialistas” han olvidado la fórmula teórica de “presión o carga tributaria”, la cual se encuentra desarrollada en cualquier manual elemental de Finanzas Publicas. La relación entre Recaudación Anual y Producto Bruto Interno (PBI) sólo refleja el “rendimiento del régimen o sistema en vigencia correspondiente al Sector Gubernamental” y generan sólo bienes públicos (no sujetos a las leyes del mercado). Los entes organizados jurídicamente en forma de empresas, aun las de capital íntegramente estatal, tienen por objeto proveer mediante el cobro de precios, bienes y/o servicios al circuito económico, compartiendo su consideración con el conjunto con las de economía mixta o totalmente privadas. Debe subrayarse que en todos los países de Europa Occidental y Central, dichos índices están por encima del 37%, pese a que en los últimos tiempos hubo un cierto descenso generalizado de la “presión tributaria” en procura de coadyuvar a una recuperación que sigue demorada. Su máxima expresión en la materia corresponde actualmente a Dinamarca con nada menos que 48%; aunque resulta evidente que no hay una correlación directa entre el nivel de “presión tributaria” en cada país y el respectivo funcionamiento de la economía. Lo prueba el hecho que en Alemania (37%) es superior que en el Reino Unido (35,5%), pero ello no obsta para que las condiciones en que opera el mercado en esta última sean menos favorables. |