La evolución de la Recaudación Tributaria |
Comercio y Justicia |
Escrito por Salvador Treber |
Viernes 08 de Noviembre de 2013 00:00 |
Según su modalidad habitual, el Indec ha dado a conocer datos complementarios sobre la gestión de los primeros nueve meses y al inicio de noviembre los correspondientes a la recaudación tributaria de octubre.
El día 22 de octubre ppdo. el organismo especializado aportó la información que permite evaluar lo está sucediendo en materia de comercio exterior y dos días después había anunciado que publicaría la originada en la Tesorería donde es habitual consignar la marcha de la ejecución presupuestaria; pese a que con esta última no se cumplió. Dado que en el ámbito internacional la situación sigue notoriamente inestable, tales datos eran esperados con bastante impaciencia; pero la expectativa no se verificó plenamente. Las prolongadas dificultades de los países de la Unión Europea que se admite seguirán en vigencia por varios años más, inciden negativamente en el mercado internacional y, obviamente, en nuestro intercambio con esa área que siempre fue muy importante. Dicha problemática es lógico que se refleje en el ritmo de las exportaciones que, en el pasado septiembre ascendieron a u$s 6.995,0 millones; lo cual implica un muy modesto incremento interanual del 4,0%. Si se tiene en cuenta que en el mundo hubo una merma del 6,5%; la cifras no aparecen como tan negativas. A su vez, en los nueve meses transcurridos el acumulado hizo lo propio y totalizaron u$s 63.479,0 millones; acusando la incidencia de los menores embarques en cuanto a derivados de hidrocarburos por caída de la producción interna. Desagregando su composición se advierte que en septiembre los productos de origen agropecuario (MOA) cubrieron el 39,5% del total general, con u$s 2.864,0 millones aunque sea muy meritorio que hayan subido un 22,0%; especialmente impulsadas por mayores embarques de soja y sus derivados. En claro contraste co ello, surge el negativo efecto de la persistente caída en los relativos a derivados de hidrocarburos que en dicho mes sólo lograron concretar transacciones por u$s 403,0 millones, constituyéndose en el único rubro en baja, que ya presenta una merma del 30,0%. Los demás rubros tuvieron pequeñas mejoras interanuales que, en el caso de los bienes primarios llegan al 5,0% y 3,0% en cuanto a las manufacturas de origen industrial (MOI) que sumaron u$s 2.317,0 millones. La evolución de las importaciones. En el noveno mes del año, éstas ascendieron a u$s 6146,0 millones (+3,0%) pese a que disminuyeron en un 9.0% las compras de hidratos de carbono (combustibles). Resulta particularmente llamativo el inusual muy elevado aumento que se verificó en la introducción de automotores (+48,0%); seguidos a mucha distancia por piezas y accesorios para bienes de capital (+7,0%); bienes de consumo (+4,0%) y finalmente, los intermedios (+3,0%). El acumulado para el período enero-septiembre trepó a u$s 56.388,0 millones que supera al importe de 2012 en un 11,0%. De esta manera, es saldo a favor en ese lapso se estrechó pues ha sido de sólo u$s 7.141,0 millones. Es obvio que aparece bastante inferior respecto a las del año precedente (-u$s 3064,0 millones) que equivalen a un 30,0% de ellas. Pero también debe considerarse que vienen recuperando su dinámica y absorbiendo el retraso de los primeros meses de este año. Cabe enfatizar que el déficit neto del rubro combustibles ascendió hasta ahora a u$s 5.597,0 millones; cifra que se ubica 22,0% por encima de mismo período inmediato anterior y que no tiene perspectivas próximas de ser anulado o reducido en una medida considerable. Los comentarios críticos recaen preferentemente sobre este aspecto que deviene de la gestión depredadora que tuvo como ejecutor a Repsol. Esa faceta negativa ha servido para que arrecien las críticas durante el período preelectoral cuando el único reproche válido sería el de haber demorado demasiado el proceso de reestatización de Y.P.F. Tampoco se menciona que para todo este año se había establecido preventivamente como meta alcanzar un superávit del balance comercial que ronde los u$s 10.000,0 millones En consecuencia, con sólo que en cada uno de los tres meses que faltan se logre igualar el promedio mensual de los ya transcurridos (u$s 793,4 millones) se estaría muy cerca de ese objetivo pues en el año ascendería a u$s 9.521,2 millones. Lo más probable es que se superen esos importes pues los meses pendientes -de octubre a diciembre- suelen cerrarse con resultados unitarios más importantes que los antes mencionados. No existen factores de magnitud para suponer que se modifique esa tradicional evolución por lo cual es altamente probable llegar a una cifra superior a la prevista como meta básica. Al respecto es oportuno recordar que en un ejercicio “normal” como el de 2010 se obtuvieron u$s 11.632,0 millones y el 2011 culminó con un saldo también positivo de u$s 10.013,0 millones; lo cual ratifica que se está operando dentro de los cánones habituales. A todo ello cabe debe agregar que en el año 2012 la relación de los términos de intercambio (2004=00) habían llegado a su máxima expresión (145,3) y que, desde entonces comenzó un franco descenso durante el segundo trimestre de 2013 que lo ubicó en 132,7; con miras a que ese indicador siguiera en baja en todo el último semestre. La recaudación tributaria en octubre. Con notable diligencia, a mediodía del día 1º de noviembre ppdo., se conocieron tales datos. El total ascendió a $ 74.292,0 millones; importe que es 23,6% superior a idéntico mes de 2012, pero la marca más baja entre las mensuales del presente debido al rendimiento negativo en los Derechos de Exportación (-12,0%). A su vez, el acumulado en esos diez meses fue de $ 709,2 miles de millones y representa el 86,5% del total anual ($ 820 mil millones) propuestos para el corriente año. Con sólo llegar a sumar en cada uno de los dos meses restantes cifras semejantes al promedio de los ya transitados, se llegaría a $ 851,0 miles de millones. Si se repitieran en ellos los de octubre de $ 857,8 miles de millones, se elevaría un 4.6% por encima de lo estimado originalmente. Cabe advertir sobre el particular que dicho índice es bastante inferior al que surge como promedio de los nueve meses precedentes pues éste había llegado a 27,8%; aunque ya en septiembre, con 25,2% de suba, se insinuaba la tendencia ligeramente declinante que ahora se ratifica. Al desagregar el referido total, como es habitual, corresponde al I.V.A. encabezar a los tributos con $ 23.077,0 millones y una mejora interanual del 31,4%, que se mantiene casi idéntica a la los nueve meses anteriores (31,6%). Esta permanencia está sustentada sólidamente en la actividad en expansión del mercado interno donde se verificó un notable “salto” del 39,4%; aunque sigue deprimida la que proviene del comercio internacional, en especial, las exportaciones. Tales condiciones contractivas, si bien coinciden con las que señorean el planeta, constituye sólo uno de los factores coadyuvantes. Inciden negativamente en mayor medida, por un lado la menor dimensión de los embarques de oleaginosas debido a la política de acumulación de excedentes en silos por parte de los principales operadores a la espera de más favorables precios o de una devaluación significativa que los beneficie. Por el otro, la virtual interrupción en cuanto a las compras de aceite de soja por parte de la Unión Europea que impuso a ese efecto un elevado arancel. En realidad, hasta ahora nada que despierte alarma ha ocurrido y, por el contrario, se detectan bajas importantes en las cotizaciones internacionales; lo cual automáticamente está provocando perdidas a los precitados operadores pero también en los ingresos tributarios de la Tesorería. La compensación ha venido por haberse abaratado el costo de adquisición de los combustibles importados. El segundo lugar promueve a ese rango los Recursos de Seguridad Social que ascendieron a un aceptable registro de $ 19.421,1 millones que para las Contribuciones Patronales marca un crecimiento del 28,3% y en los Aportes Personales, del 26,7%; o sea, por encima de los índices que expresan el efecto del proceso inflacionario. Debe en cambio darle toda la relevancia que tiene al hecho de que no se haya reducido el número de contribuyentes al sistema; ratificándose con ello que el nivel de desocupación abierta no ha avanzado. En tercer término se ubica el Impuesto a las Ganancias con $ 14.858,8 millones; importe 19,0% mayor que el captado en ese mismo mes del año precedente. Si bien las autoridades del Afip se han mostrado satisfechas, esta evolución no condice con la que exhibe el I.V.A. y los demás instrumentos. Esa incongruencia no puede provenir de otra causa que de una superior evasión, pues el Impuesto al Débito y Crédito Bancario (bautizado en el ámbito popular como “Impuesto al Cheque) tuvo un rendimiento record con $ 5.201,0 millones que surge por impulso de un aumento interanual del 41,7%. Resulta muy significativo que con la suma de lo ingresado por los cuatro conceptos antes señalados se haya conseguido concretar nada menos que el 84,2% de todo lo percibido en el décimo mes de este año; pese a las objeciones que merezca la anómala e insatisfactoria cifra con que figura el Imp. a las Ganancias analizado precedentemente. Por su parte, el Secretario de Hacienda al dar a conocer dicha información, especialmente en oportunidad de referirse a lo acontecido se mostró muy satisfecho y consideró que el resultado fue “producto de un sostenido crecimiento del mercado interno” llegando incluso a evaluar que los avances dan fundamento al “50 por ciento de la recaudación total”; pero nada agregó para saber lo que piensan sobre el llamativo menor rendimiento respecto al esperable por parte del referido Impuesto a las Ganancias. En cambio, se dio tiempo para referir que harán gestiones concretas ante el ente homónimo del Uruguay requiriendo “cumpla con los acuerdos de intercambio de información” ya que, según su visión, “No se respeta el acuerdo y por tanto no hay transparencia”. Desde hace muchas décadas el pequeño país vecino oficia como un “paraíso fiscal” y una considerable proporción de los edificios de la ciudad balnearia de Punta del Este corresponde a propietarios de nuestro país y no hubo acciones de contralor alguno por parte de los fiscos que operan en ambas orillas del Río de las Plata. Recién ahora parece inquietar en AFIP la conducta, aparentemente nada clara de una serie de futbolistas que figuran en los primeros planos aunque, obviamente, tiene una incidencia mucho menor... Escrito por Salvador Treber - Profesor de Postgrado-FCE-UNC Viernes 08 de noviembre de 2013. Comercio y Justicia. |